Los sensores fotoeléctricos son dispositivos que usan la luz para detectar la presencia, ausencia o distancia de un objeto. Su uso en procesos de fabricación es evidente. Considere una línea de montaje: trabajadores y brazos robóticos colocan continuamente diferentes piezas en las diferentes ranuras y contenedores de un producto. Sería muy difícil controlar estos procesos manualmente, ya que habrá cientos de ranuras y contenedores. Durante el proceso de producción, detectar discrepancias, desalineaciones u otras inexactitudes puede ser una tarea bastante difícil.
Para evitar que los productos sean enviados a la siguiente etapa de la línea de ensamblaje con fallas, es mejor utilizar sensores fotoeléctricos. Los sensores fotoeléctricos, incluso sin hacer contacto físico, son capaces de detectar pequeñas fallas e imperfecciones debido a su naturaleza sensible. Además, los fotoeléctricos no solo son precisos, sino que también garantizan precisión en la medición de estas discrepancias, lo que elimina la necesidad de ajustarlos más tarde durante la fabricación en masa. Debido a esto, los fabricantes están listos para implementarlos en todo tipo de tareas, para que puedan ayudar y realizar controles de calidad durante la producción en masa.
Detección de tamaño y forma: Los sensores fotoeléctricos también pueden medir el tamaño y la forma de las piezas para que solo los productos que están dentro de las especificaciones puedan ser enviados a la siguiente etapa de producción.
Inspección de superficies: estos sensores son capaces de localizar defectos o impurezas en las superficies de los productos mediante medición de reflexión óptica, lo que los hace adecuados para su uso en sistemas de garantía de calidad en industrias como la electrónica y la automoción.
Sortado: en los procesos de fabricación en los que se realiza la clasificación según el tamaño, el peso o el tipo, los sensores fotoeléctricos son ventajas para automatizar dichos procesos, garantizando la uniformidad y la precisión.
Ventajas del uso de sensores fotoeléctricos en el control de calidad
La adopción de los sensores fotoeléctricos de LUOSHIDA en las líneas de fabricación puede suponer numerosas ventajas:
Inspección sin contacto: al ser dispositivos sin contacto, los sensores fotoeléctricos son menos propensos al desgaste mecánico, lo que garantiza que los productos estén bien después de la inspección.
Mayor precisión: Estos sensores son excelentes para tomar medidas, lo que permite a los fabricantes producir artículos con tolerancias cercanas y calidad aceptable.
Velocidades de inspección más rápidas: Dado que las operaciones de alta velocidad son posibles con sensores fotoeléctricos, la inspección se realiza en tiempo real, eliminando así las desaceleraciones en la producción.
Reducción del error humano: con el uso de sensores fotoeléctricos en un sistema automatizado de control de calidad, se reducen los riesgos de errores de inspección manual, mejorando así la calidad de los productos.
Conclusión
Con el creciente enfoque de las industrias en la mejora de la calidad y la eficiencia, la importancia de los sensores fotoeléctricos en la fabricación se vuelve aún mayor. Los sensores avanzados de LUOSHIDA proporcionan un medio fiable y económico para mejorar la calidad de la información.